Uber agita el debate político en la Patagonia. El desembarco de aplicaciones de transporte en la región más poblada de la Patagonia viene generando fuertes tensiones entre sectores políticos, intendencias e incluso gremios. La irrupción de Uber en Neuquén y su expansión hacia Río Negro aceleran una discusión inevitable: cómo regular un servicio que ya es parte de la vida cotidiana.
Neuquén, pionera en la regulación
La capital neuquina fue el primer epicentro del conflicto. Con Uber ya en las calles, el municipio conducido por Mariano Gaido (MPN) decidió lanzar una aplicación local para taxis y trabajar en un marco normativo para las apps de transporte.
La concejala Denisse Stillger (PRO) impulsó un proyecto que busca establecer requisitos para operar, como la antigüedad del vehículo o el pago de un canon por parte de las plataformas. Tras resistencias iniciales, el proyecto fue respaldado por el oficialismo provincial.
“La tecnología no se puede prohibir, hay que ofrecer un abanico de opciones”, sostuvo Stillger. El debate está avanzado y podría destrabarse en el Concejo Deliberante a fin de mes, lo que permitiría que Uber, Didi y Cabify funcionen sin restricciones.
Bariloche: uso cotidiano, sin marco legal
En Bariloche, uno de los destinos turísticos más importantes del país, las aplicaciones de transporte como Uber funcionan desde hace más de un año, aunque en un limbo legal. El Concejo Deliberante no logra destrabar el debate y el Ejecutivo municipal, encabezado por Walter Cortés, mantiene una postura ambigua.
Mientras tanto, turistas y residentes utilizan las apps sin mayores inconvenientes. La falta de transporte eficiente refuerza la demanda. Desde sectores vinculados a Juntos Somos Río Negro presionan para una legalización que refleje la realidad de las calles.
Río Negro: choque político por Uber
En General Roca y Cipolletti, el tema ya forma parte de la agenda legislativa. En Roca, la intendenta María Emilia Soria (PJ) evita avanzar en una regulación que impulsan el PRO y La Libertad Avanza. La discusión fue motorizada por el operador libertario Julián Goinhex, quien advierte que “el debate es inevitable”.
“Lo que vemos con Uber en Roca es la muestra de gobiernos que atrasan”, afirmó el legislador rionegrino Juan Martín (PRO), quien reclama terminar con la persecución a los conductores y abrir el mercado. “En muchas ciudades del país los propios taxistas usan estas plataformas porque mejoran el servicio”, señaló.
Una crisis estructural como trasfondo
El crecimiento de las aplicaciones de transporte en la Patagonia no es casual. La deficiencia del transporte público tradicional empuja a miles de usuarios a buscar alternativas. En ciudades como Cipolletti o Plottier, la frecuencia y calidad del servicio colectivo son insuficientes.
El Tren del Valle apenas cubre una pequeña franja del Alto Valle, dejando amplios sectores sin conexión. En ese contexto, plataformas como Uber y Didi representan una solución práctica ante la falta de respuestas estatales.
Conclusión: regulación o conflicto
El desembarco de las aplicaciones de transporte en la Patagonia marca un punto de inflexión. Algunas ciudades, como Neuquén, buscan regular con rapidez. Otras, como Roca o Bariloche, se ven atrapadas en la parálisis política.
Uber ya circula en muchas calles del sur argentino. Lo que falta definir es si los gobiernos locales acompañarán ese cambio o seguirán corriendo detrás de una transformación que ya ocurrió.