García Larraburu busca su lugar en el peronismo para mantenerse en el Senado. Una candidatura en el horizonte
La senadora por Río Negro, Silvina García Larraburu, aguarda el cierre de alianzas e inscripciones de listas para definir su futuro político. Con el respaldo de Sergio Massa, líder del Frente Renovador, busca una nueva candidatura al Senado en las elecciones de octubre de 2025. Sin embargo, su posición depende de un acuerdo amplio dentro del peronismo, que aún no se concreta. Mientras tanto, mantiene diálogos con diversos sectores para asegurar su lugar en la escena política.

Competencia interna en el peronismo
La decisión de Larraburu cobra relevancia tras la presentación de candidaturas del Partido Justicialista (PJ) rionegrino. Figuras como Martín Soria y Ana Marks apuntan al Senado, mientras Adriana Serquis busca la Cámara de Diputados. Este año, Río Negro renueva tres bancas en la cámara alta y dos en la baja, intensificando la lucha interna. A pesar de su trayectoria, Larraburu no fue incluida en la lista inicial del kirchnerismo más duro, liderado por Soria.
Estrategia a largo plazo
Quienes dialogan con la senadora destacan que esta movida forma parte de una estrategia que mira hacia 2027. Su objetivo incluye una posible candidatura provincial, aunque primero debe consolidar su presencia en 2025. Sin embargo, su exclusión inicial del esquema del PJ la llevó a reunirse con Massa, abriendo la puerta a una postulación por el Frente Renovador. Esta maniobra refleja su intención de mantenerse relevante en la política rionegrina.
Tensiones en el peronismo
Los plazos de la Justicia Electoral aceleraron las negociaciones, agitando los despachos del poder. El kirchnerismo, con Soria a la cabeza, cerró una alternativa que dejó fuera a Larraburu, originaria de San Carlos de Bariloche. Esta exclusión generó movimientos internos, y las conversaciones con el panperonismo se intensificaron. Fuentes indican que se explora un acuerdo bajo el modelo “Fuerza Patria,” que uniría al PJ, el massismo y otros sectores justicialistas.
Silencio estratégico
Larraburu se pronunció contra el desguace de delegaciones nacionales en Patagonia, como el INTA, pero evitó comentarios públicos sobre su exclusión. Este silencio sugiere una táctica para negociar desde la retaguardia. Mientras tanto, el Frente Renovador postergó su cronograma interno hasta el 10 de agosto, dejando abierta la posibilidad de incluirla como referente extrapartidaria.
El rol de Weretilneck y La Cámpora
El gobernador Alberto Weretilneck complicó el panorama. Su acercamiento fugaz al peronismo y luego a Javier Milei fracturó el “gran acuerdo” rionegrino, impulsado por Martín Doñate de La Cámpora. Con el pacto roto, el justicialismo intentó ordenarse bajo Soria, pero la unidad pende de un hilo. En Bariloche, se rumorea que Larraburu apunta a un rol provincial más activo, sin descartar futuras postulaciones.
Un futuro incierto
Con el reloj corriendo, el destino de Larraburu dependerá de los próximos días. Su exclusión inicial del PJ y el apoyo de Massa le ofrecen una salida, pero el peronismo convulsionado pone en duda su reelección. Sin un éxito en 2025, sus planes para 2027 podrían desvanecerse. La senadora barilochense enfrenta un desafío crucial, donde todas las opciones permanecen abiertas en este juego de poder interno.