En la línea sur de la provincia de Río Negro, la vida de los gauchos transcurre en un escenario de estepa infinita, donde el viento barre la tierra y el cielo parece no tener fin.
Aquí, entre cerros y mesetas, los gauchos son los guardianes de una tradición que resiste al paso del tiempo. Montados a caballo, recorren vastas estancias dedicadas al pastoreo de ovejas, enfrentando inviernos crudos y veranos implacables. En la línea sur de la provincia de Río Negro.
Su rutina se mezcla con rituales como el mate compartido al amanecer y el asado al atardecer, mientras las payadas mantienen viva la memoria de sus ancestros. Aunque la modernidad ha llegado con caminos y tecnología, el gaucho de la línea sur conserva ese espíritu indomable, forjado en la soledad de la Patagonia, donde el silbido del viento es su compañía más fiel.
Esta es una vida de resistencia, orgullo y conexión profunda con una tierra que lo define.