Descontrol en la planificación urbana. Mientras un sector de la oposición en el Concejo Deliberante debate un proyecto hotelero en el oeste, el centro de Bariloche crece sin control ni planificación.
La crisis habitacional y el caos vehicular por falta de estacionamiento reflejan una falta de rumbo en la gestión urbana.
El caos del estacionamiento
Estacionar en el centro es una odisea, especialmente en temporadas altas. Con un parque automotor de más de 110.000 vehículos, el espacio disponible está bajo presión. Esto afecta a los residentes de edificios, muchos de los cuales carecen de cocheras.
Ejemplo de descontrol: Calle Moreno
Un claro ejemplo es la calle Moreno, entre los números 200 y 100. Allí se construyó un edificio con locales comerciales y 30 departamentos, casi sin cocheras. Además, un hotel está en proyecto y otro edificio se construye en pozo. Esta cuadra, con tres bancos, sufre una saturación evidente.
Otros casos en el centro
A pocas cuadras, frente al shopping Onelli, se finaliza un edificio nuevo. En la misma zona, otra inmobiliaria vende un proyecto futuro, ambos sin cocheras suficientes. En la calle Güemes, a escasos metros del centro, hay dos edificios construidos y otros dos en obra, también sin plazas para vehículos.
Un problema histórico
La falta de estacionamiento en edificios es un problema crónico en Bariloche. Muchos edificios residenciales no cuentan con cocheras, lo que complica la vida de los residentes en áreas densas como el centro.
Falta de datos oficiales
No hay estadísticas públicas sobre el porcentaje de edificios con cocheras en Bariloche. El «Plan Estratégico e Integral de Desarrollo» (2014-2015) señala problemas de tránsito y falta de estacionamiento, pero no ofrece datos específicos. El «Código Urbano» y el «Código de Edificación» establecen normas, pero no detallan la situación actual.
Debate en el Concejo
Mientras en el Concejo se debate la construcción de un complejo hotelero en el oeste, en donde un grupo minúsculo de vecinos se oponen a modificar su status quo en desmedro del interés colectivo, a algunos concejales y al intendente, les pasa un elefante por las narices y no lo ven.