El gobierno municipal de Bariloche enfrenta múltiples desafíos. El intendente Walter Cortés está en conflicto con parte del empresariado local y con la oposición en el Concejo Deliberante.
Además, una nueva tensión surge con Gerardo Del Río, su compañero de fórmula y actual presidente del Concejo, lo que podría fracturar al Partido de la Unión Liberal (PUL).
Conflicto con el empresariado
El descontento del sector empresarial se centra en Sergio Herrero, secretario de Turismo. Sus políticas y modos han generado rechazo, y cada reunión en el EMPROTUR se convierte en una batalla campal. Aunque Cortés defiende a Herrero, los empresarios han optado por oponerse abiertamente a su gestión.
Recientemente, durante la visita de Daniel Scioli a Bariloche, Cortés intentó tender puentes con el sector privado. Invitó a los empresarios a trabajar juntos por la ciudad y reconoció su derecho a ganar dinero, mostrándose abierto a nuevas inversiones. Sin embargo, el malestar persiste. Del Río desafía a Cortés.
Tensiones en el Concejo Deliberante
Desde el inicio de su gestión, Cortés ha tenido roces con los concejales opositores. Acusa a los ediles de obstaculizar su gestión, mientras que estos argumentan que han garantizado la gobernabilidad, aprobando ordenanzas clave como el Presupuesto, emergencias económicas y habitacionales, y proyectos de loteo social. Del Río desafía a Cortés.
Lo llamativo es el distanciamiento entre Cortés y Gerardo Del Río, su compañero de fórmula y presidente del Concejo. Del Río ha sido un defensor de la gestión local en el recinto, pero Cortés insiste en romper relaciones con concejales, lo que obliga a Del Río a mediar constantemente.
El voto clave que evidenció la fractura
Este jueves, Del Río votó junto a la oposición una ordenanza para trasladar un corralón municipal desde Villa Los Coihues. Cortés había enviado a delegados sindicales y empleados municipales a protestar frente al Centro Cívico para evitar la aprobación. Sin embargo, Del Río calmó los ánimos y la ordenanza, impulsada por el concejal opositor Leandro Costa Brutten, fue aprobada por unanimidad, con el apoyo de todo el bloque del Partido Unión y Libertad (PUL).
Este episodio evidenció las diferencias entre Cortés y Del Río. El presidente del Concejo no comparte las formas de gestión del intendente, lo que podría generar un nuevo dolor de cabeza para Cortés. Si la fractura persiste, el PUL podría perder cohesión en el Concejo, complicando la continuidad de la gestión municipal. Del Río desafía a Cortes.
El futuro incierto de la relación
La relación entre Cortés y Del Río, las dos figuras más poderosas de la ciudad, atraviesa un momento crítico. Según fuentes cercanas, intermediarios no ayudan a mejorar el vínculo, lo que deja el futuro de su alianza en una incómoda incertidumbre. Del Río desafía a Cortes.