Cristina Kirchner podría encabezar la lista de diputadas del Conurbano Sur para disciplinar a intendentes.
En un giro político inesperado, la presidenta Cristina Kirchner podría encabezar la lista de diputadas del Conurbano Sur para disciplinar a los intendentes. Esta estrategia se inscribe dentro de una compleja interna en la política provincial. La Tercera Sección Electoral, que incluye municipios clave como La Matanza, Lomas de Zamora, Lanús y Avellaneda, es fundamental para el peronismo.
Recientemente, Cristina sugirió esta jugada audaz en un encuentro. El contexto es tenso, marcado por la disputa con el gobernador Axel Kicillof. Este último ha logrado el apoyo de 44 intendentes para su propuesta de desdoblamiento electoral. Este desdoblamiento se discute como un intento de controlar las listas electorales. En la provincia, se especula que Kicillof podría anunciar el desdoblamiento en un acto en el Teatro Argentino de La Plata.
Cristina deslizó la posibilidad de su candidatura durante una cena reciente en un camping del sindicato de la Anses. La jugada no solo busca mayor poder, sino también un golpe a dos figuras clave: Fernando Espinoza y Jorge Ferraresi. Estos intendentes son importantes aliados de Kicillof y su apoyo al desdoblamiento podría verse comprometido.
La Tercera Sección Electoral elige 18 diputados provinciales. Si Cristina encabeza la lista, el peronismo podría obtener entre 8 y 10 diputados. Sin embargo, su influencia no se detendría ahí. Cristina también podría armar la lista de concejales, lo que le daría poder sobre la destitución de intendentes. Esta amenaza podría hacer que algunos de ellos reconsideren su apoyo al desdoblamiento y abran la puerta a una mayor unidad peronista.
Una candidatura en la provincia también le otorgaría a Cristina fueros. Esto es crucial, ya que enfrenta la posibilidad de una condena confirmada por la Corte Suprema en la causa Vialidad. En la historia provincial, solo ha habido un caso de desafuero, lo que establece un alto umbral para tal acción. Este contexto legal le brinda un incentivo adicional para buscar la diputación provincial.
Un dirigente peronista comentó que Cristina tiene dos enemigos: la Corte Suprema y Kicillof. La relación entre ambos es tensa. Cristina esperaba que la provincia fuera un apoyo en su lucha legal, pero Kicillof ha tomado decisiones que complican esta dinámica. Sergio Massa también ha intervenido en esta disputa, sugiriendo que Kicillof está manejando la situación de manera imprudente.
El equilibrio de fuerzas se ha vuelto frágil. Massa, quien ha intentado navegar entre Cristina y Kicillof, se ha visto obligado a confrontar la realidad de la interna. La tensión se intensificó cuando Kicillof apresuró un tratamiento legislativo que generó desconfianza en el kirchnerismo. Este acto se percibió como un ataque a la cohesión del peronismo, lo que obligó a los kirchneristas a reaccionar con su propia estrategia legislativa.
La senadora Teresa García presentó un proyecto que busca limitar las facultades de Kicillof para convocar elecciones. Este movimiento se da en un momento crítico, justo después de que líderes clave del peronismo se reunieran para discutir la estrategia a seguir. Este tipo de acciones solo profundiza la crisis interna del partido.
El peronismo está atrapado en una red de disputas de poder. Kicillof intenta evitar los errores de Alberto Fernández, buscando tener una mayor autonomía en su gobierno. La preocupación del gobernador es clara: no quiere ser percibido como débil. La tensión entre la necesidad de unidad y el deseo de control es palpable.
En conclusión, la posibilidad de que Cristina Kirchner encabece la lista de diputadas del Conurbano Sur para disciplinar a los intendentes es un movimiento estratégico en un entorno político convulso. Esta jugada podría redefinir el equilibrio de poder en la provincia y alterar el futuro del peronismo en su conjunto. La interna está lejos de resolverse, y las próximas semanas serán cruciales para determinar el rumbo de la política provincial.